martes, 23 de febrero de 2010

Historia de la talla en madera

Tallista:


Una talla es una obra de escultura, especialmente en madera. La madera se talla mediante un proceso de desbaste y pulido, con el propósito de darle una forma determinada, que puede ser un objeto concreto o abstracto. El producto final puede ir desde una escultura individual hasta moldes trabajados a mano que forman parte de una tracería.

Historia:


Es una actividad muy antigua y extendida. Algunos de los mejores ejemplos que subsisten de antigua madera tallada provienen de la Edad Media en Italia y Francia, donde los temas típicos de aquella época era la iconografía cristiana. En Inglaterra subsisten ejemplos de los siglos XVI y XVII, época en la que el medio preferido era el roble.


Desde las épocas más remotas la decoración de madera ha sido un arte destacado. La tendencia de la naturaleza humana ha sido siempre ornamentar cada artículo de uso ordinario. La Humanidad, desde sus primeros tiempos, cortan dibujos o diseños en cada artículo de madera que es susceptible de talla. Así puede verse en la obra de diversos pueblos que conservan esta tradición: los indios de Norteamérica tallan sus anzuelos o las boquillas de las pipas, lo mismo que los polinesios tallan sus remos.

Aplicaciones:


Sus aplicaciones son variadísimas, aunque su principal función es la decoración y el ornamento. Se usa tanto a nivel arquitectónico como para el embellecimiento de objetos de uso cotidiano.


Como toda artesanía, tiene un componente artístico, en el cual el tallista-artesano vuelca su talento creativo para sacar de unas simples tablas una obra de arte, y otro componente, técnico y mecánico, que hay que tener en cuenta para que la materia prima responda a los esfuerzos del tallista y logre el resultado deseado.


Para realizar la talla en madera se emplean herramientas especializadas como la gubias, eligiéndose maderas de alta densidad y que no se astillan fácilmente.

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